 Youjak: un perro auténtico
Youjak, un nombre para hacer temblar a los lobos y a todos los depredadores, pero también una mirada profunda e intensa bajo la masa de pelo, un perro entregado en cuerpo y alma a sus amos. A diferencia de otras razas "de moda", el Pastor Ruso del Sur, orgullo de la cría rusa, es un perro raro: sólo hay una treintena de ejemplares en Francia.
Son perros grandes, pero muy elegantes y sin pesadez, vivaces al correr, con una mandíbula poderosa y reflejos constantemente alerta.
Su aire tranquilo y desenvuelto, su andar ligero y su suntuoso pelaje blanco resultan irresistibles a la vista (a veces se le llama "perro oso"). Pero no hay que olvidar que no se trata de un "peluche" ni de un "osito de peluche", sino de un perro de guarda y protección con innegables cualidades de pastor.
El Youjak es a la vez un perro orgulloso y "serio", es decir, ni agitado ni sobreexcitado todo el tiempo (sabe ser discreto), pero también tranquilo: los momentos en los que juega y se desahoga son necesarios para su equilibrio. No se sorprenda. También es muy sensible y capaz de una delicadeza sorprendente.
Tiene un carácter inquisitivo e independiente, pero tarda en madurar (tardará unos dos años o más).
Ama a su amo con pasión. Es muy cariñoso (¡incluso pegajoso!) y no desdeña las caricias... En su territorio, el Pastor Ruso del Sur es un guardián inflexible, que incluso en reposo vigila su pequeño mundo con aire despreocupado. Su principal característica es un sentido innato de la defensa de su territorio y su familia.
Si a veces se muestra distante, no se ofenda: hace su trabajo. Puede permanecer alejado de usteddurante horas, observando por dónde va. Este perro de gran tamaño es un perro territorial y un ardiente defensor. Toma la iniciativa de atacar cuando lo considera necesario. 
No lo subestime: está lleno de temperamento, es vivaz, valiente y tiene un sentido del oído muy agudo. Puede reaccionar con pasión ante un gesto mal entendido. Por eso debe estar especialmente atento en presencia de niños revoltosos.
Conviene no incitarle a morder y darle un espacio donde pueda ejercer sus funciones de "guardaespaldas". Debe encontrar su lugar para apreciar a los extraños en la casa y decidir si los deja entrar o no (bajo su control).
Su desconfianza hacia los extraños es legendaria. De hecho, no se deja acariciar por cualquiera, así que... ¡cuidado!
No obstante, es capaz de adaptarse a otras situaciones en el exterior.
Por último, no se adapta bien a la vida urbana y necesita espacio. ¡No piense tenerlo viviendo en un piso sobrecalentado! Su pelaje extremadamente denso le protege especialmente bien del frío seco. En cambio, parece que le disgustan la lluvia y la humedad.
Puedes dar largos paseos con él: ¡le encantan! |
